En la navidad, por lo regular se incurre en gastos excesivos o compras compulsivas, advierte la UNAM.

La temporada navideña genera importante derrama económica porque las ventas aumentan en tiendas departamentales y en mercados o sectores que se dedican a la elaboración de banquetes, comida, incluso para quienes ofrecen algún tipo de espectáculo; sin embargo, en el ámbito familiar representa uno de los mayores gastos del año, indica la académica del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Eufemia Basilio Morales.

Por lo regular se incurre en gastos excesivos o compras compulsivas, lo cual tiene consecuencias en la economía de las personas, refiere la economista universitaria a propósito del 24 de diciembre, fecha en que se celebra la Nochebuena, una de las festividades más esperadas y relevantes, en la cual, a nivel familiar, más de 50 por ciento del aguinaldo se destina a este festejo.

Tan solo para la compra de juguetes navideños y de Reyes Magos se invierte más de 20 por ciento de ese recurso que se recibe anualmente, lo que representa una cifra alta de gasto, además de cenas, adornos, etcétera. Hay que celebrar, pero con prudencia; “podemos verlo desde dos aristas: una gran derrama económica y, por otro lado, un gran gasto”, enfatiza.

De acuerdo con la experta, las celebraciones navideñas constituyen una buena época para la economía, por encima de las fiestas patrias, el Día de Muertos, incluso Año Nuevo; hay espectáculos, promociones, descuentos y otras actividades que son benéficas.

Por dahemont

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