Productores de limón de dos municipios de Michoacán han accedido a pagar extorsiones al crimen organizado para continuar operando, mientras que el poblado de Apatzingán cumplió cinco días en paro de actividades citrícolas.
Integrantes del Comité Nacional del Sistema Producto Limón Mexicano, asociación conformada por representantes limoneros de los ocho principales municipios productores del cítrico en Michoacán, informaron este viernes a EFE que “agentes externos buscan recursos extraordinarios para su financiamiento”, en clara referencia a extorsiones por parte del crimen organizado.
En el caso del municipio de Apatzingán, el principal de la Tierra Caliente de Michoacán, la asociación confirmó que 32 empresas empacadoras continúan cerradas ante la poca producción de limón y por las presiones de los “agentes externos”.El Comité Nacional del Sistema Producto Limón Mexicano también reveló que en el municipio de Múgica, distante a 20 kilómetros de Apatzingán, trabajan 13 empacadoras que al igual que en el caso de Buenavista pagan extorsiones al crimen organizado.De acuerdo con un informe de la Mesa Estatal de Seguridad, al que tuvo acceso EFE, los grupos criminales que se disputan el control de las extorsiones en Apatzingán son el Cártel de Los Caballeros Templarios, Cártel de Acahuato y Cárteles Unidos (Integrado por sus brazos armados de Los Viagras y Blancos de Troya).En Buenavista, el informe ubica a Cárteles Unidos como la principal organización que controla el cobro de cuotas, aunque en el caso del poblado de La Ruana -cuna de los civiles grupos de autodefensa que se levantaron en armas en febrero del 2013 contra el narcotráfico-, el territorio es controlado por el Cártel de Tepalcatepec.