El gobierno federal cedió al gobierno capitalino la administración y cuidado del Ángel de la Independencia, lo que parece fincar el conflicto de competencias que se dio durante el gobierno de Sandra Cuevas.
El acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación ‘destina’ el monumento al Gobierno de la Ciudad de México, para que continúe cumpliendo con las tareas de preservación, rescate, difusión y enriquecimiento patrimonial cultural, histórico y artístico de la capital.
El monumento sigue siendo propiedad de la federación y cualquier cambio o remodelación debe gestionarse ante autoridades como el INBAL.
El gobierno capitalino deberá custodiar y vigilar el inmueble, quedando obligado a cubrir los gastos necesarios para su conservación y mantenimiento, además de el aseguramiento del inmueble.
Con este acuerdo no cabe duda que el gobierno de la ciudad será el encargado de su mantenimiento y custodio.
Durante el gobierno de Sandra Cuevas, la alcaldía Cuauhtémoc llevó hasta la Suprema Corte un juicio para que se le reconociera el derecho de dar mantenimiento al inmueble.
En su momento, denunció en redes sociales que el gobierno de Martí Batres no le permitió el acceso al inmueble, lo que generó otro choque político entre los entonces antagonistas.