La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) informó este lunes que dictaminó preliminarmente en una investigación que no existe competencia efectiva en la producción, venta y distribución de harina de maíz para tortillas en el país, y señaló a la empresa Gruma, dueño de Maseca, por copar la mayoría del mercado, lo que impacta directamente en el precio de la tortilla, un producto básico para la alimentación de la población.
La investigación de Cofece, realizada entre el 23 de noviembre de 2022y el 24 de junio de 2024, concluyó que el mercado de harina de maíz para tortillas presenta altos niveles de concentración, con Gruma dominando entre el 50% y el 90% del sector en diferentes regiones. Además, su competidor más cercano, Minsa, mantiene una brecha considerable, lo que refuerza el dominio de Gruma, señala.
La autoridad investigadora señaló que Gruma tiene la capacidad de fijar precios debido a su posición de liderazgo y a la falta de presión competitiva.
El análisis destaca que Gruma puede establecer precios base regionales que, en promedio, son 9.5% más altos que los de sus competidores, sin que esto conlleve una pérdida significativa de clientes.
Cofece identificó varias barreras clave en los mercados relevantes, entre las cuales destacan:
– Acceso al financiamiento: Las harineras establecidas, como Gruma, tienen ventajas significativas en el acceso a capital a través de la bolsa de valores, lo que les permite financiarse de manera más eficiente y a menor costo. Los nuevos competidores enfrentan dificultades debido a su limitada capacidad de financiamiento y los estrictos requisitos para cotizar en bolsa.
– Canales de distribución: Crear una red de distribución eficiente requiere importantes inversiones en centros logísticos, transporte y relaciones comerciales, explica la Cofece. Gruma, con su red consolidada, goza de una ventaja competitiva,mientras que los nuevos entrantes deben invertir tiempo y recursos para desarrollar una infraestructura similar.
– Altos costos de inversión y largos plazos de recuperación: Las nuevas empresas deben enfrentar inversiones millonarias en plantas y maquinaria, con tiempos de recuperación que pueden llegar hasta 20 años, lo que representa un riesgo financiero considerable y desincentiva la entrada de nuevos competidores.
– Escala mínima eficiente: Las harineras líderes operan a gran escala, lo que les permite reducir sus costos unitarios. Los nuevos entrantes, en cambio, operan por debajo de esta escala, lo que incrementa sus costos y dificulta competir en precios.
– Infraestructura ferroviaria: Gruma y otras empresas con acceso a transporte ferroviario tienen una ventaja logística significativa, ya que el transporte ferroviario reduce costos al mover grandes volúmenes de maíz de manera más eficiente.