Con el 54.3% de la fuerza laboral sin acceso a seguridad social, la informalidad laboralse ha convertido en la base de la economía mexicana, una situación que, de no resolver pronto, continuará profundizando las desigualdades entre las personas que tienen un empleo formal y las que no, advierte el nuevo informe “El laberinto de la informalidad: mitos, trampas y realidades” elaborado por las organizaciones México, ¿cómo vamos? y Oxfam México.
El reporte explica que la informalidad laboral es una situación en la que una persona trabajadora no cuenta con seguridad social o la protección legal e institucional correspondiente al tiempo trabajado.
Esto provoca condiciones de precariedad porque no se no se otorgan contratos laborales seguros, prestaciones, protección social o representación sindical. Además de que las mejoras en las políticas laborales recientes no benefician a esta parte de la población.De acuerdo con la investigación, el financiamiento de la seguridad social en México se ha debilitado en los últimos treinta años. Sin recursos suficientes, no hay manera de que la informalidad laboral se reduzca de manera real y duradera. México destina solo 2.4% del PIB a la seguridad social, muy por debajo del promedio de la OCDE, que es de 9.1% y de países con sistemas de seguridad social reconocidos como Países Bajos y Austria con un 12.5% y 14.7% respectivamente. Además, en 2021, el 13.8% de los ingresos gubernamentales provinieron de contribuciones a la seguridad social, una cifra similar a países como Egipto o Guatemala y distante del promedio latinoamericano y caribeño, situado en un 17%.
El documento también revela importantes brechas que profundizan la desigualdad en el país. Un ejemplo es la diferencia en ingresos laborales, mientras que en un empleo formal el ingreso laboral mensual promedio es de $13,011.20, en uno informal se reduce casi a la mitad, ($6,924.5). El ingreso laboral promedio de una persona en la informalidad laboral solo es suficiente para adquirir 1.5 canastas básicas.
La informalidad laboral también afecta en mayor medida a las mujeres. Representan el 55.6% de la fuerza laboral informal, aunque al mismo tiempo tienen menos acceso a empleos remunerados. Además, predominan en el trabajo doméstico, que suele ser más precario. Tanto en el empleo formal como informal, las mujeres trabajan casi el doble de horas sin sueldo, y los hombres ganan 2.4 veces más en empleos formales.